Me saludo con aquella, notablemente ensayada para, cordial sonrisa. Mientras, yo apretaba cada 15 segundos-aproximadamente-las manecillas del reloj, saltaba de la grande a la chica y cuando podía tocaba la rápida, la de los segundos.
Me paso algo curioso, vi un libro tirado en el piso y me acorde de nuestro juego ¿te acordas, ese de entre tantos? Cuando jugamos a imitar, yo Borges, vos Cortazar. Nunca antes había aceptado una derrota con una sonrisa. Que gracioso, cuando no podías salir de tu papel, y casi llorando me pedías que te ayudara a volver a ser vos ¿Te acordas o no? Entonces, como te conozco tan bien, aunque eso te moleste, con una mano en tu cabeza te di otro papel, pero este no tenia autor. Funciono, obviamente, vos volviste a ser vos y aturdida de contenta me abrazaste con torpeza propia de tu autoría. Patente: tus pechos en mi pecho, tu cabeza en mi cuello, tus brazos atrapando mis hombros; PARAISO. Y me pedías que te regale ese papel y como no dártelo si lo escribí para vos… ¡Uy! que idiota, no tenia que decir que era para vos, bueno ya lo escribí no hay forma de volver a-tras.
Que hablé de mas podría decir el detective menos perspicaz, y si, ciertamente lo hice. Dije cosas que no debía y termine dando una pista, pero bueno posiblemente solo vos leas esto, y con tu salvadora incredulidad solo vas a pensar que es un verso mas en mi poesía.
Jugando con el tiempo.
Buscando inspiración en el humo de un cigarrillo.
El filosofo que se pregunta el significado de existir, no es más que un poeta que busca inspiración en el humo de un cigarrillo, es inútil intentar encontrarle forma, pero es vital para aquel buscársela. Porque ambos intentan ver lo imposible y entender lo inteligible, porque ambos no son mas que soñadores que sueñan con los ojos abiertos. Preguntan con voz callada al silencio, cuestiones que se responden con versos de un poema indescifrable, como escrito en símbolos de alguna sociedad desaparecida, como la nada. La pregunta es como aquel templo celta, que no puede dejar de ser un montón de piedras apiladas, pero que se le busca un sentido místico, justo como se le hace a todo lo demás, como se le hace al hecho de existir, como se le hace a la vida en si. La pregunta en si existe por el hecho de que existe quien pregunte, pero la pregunta no tiene respuesta, porque todo aquel que pueda responderla ya habrá dejado de existir.
Y la poesía, esta, por ejemplo, no es más que un conjunto de palabras acomodadas de manera ejemplar, versos escritos por una voz preciosa, memorable. Pero que significado tiene la poesía? es simple la poesía tiene algún significado solo para aquel que se lo encuentra, posiblemente no el que el poeta pretendió darle, pero esa es la gracia de la poesía, así como de la vida, no tiene un significado exacto, pero nosotros podemos jugar a darle el que queremos, ahí esta lo hermoso.
Y yo, yo no soy mas que un niño que juega a usar palabras de grandes, con significado poderoso y de gran resonancia, para dibujar con palabras las ideas que las voces en mi cabeza me dictan.
Abrazando el humo de un cigarrillo.
Y en momentos como estos, extraño a aquel peligroso amigo de la nostalgia y la bohemia. Extraño al compañero de mi soledad. Extraño, no, no lo extraño, tampoco lo necesito, pero lo quiero, y lo anhelo. Necesito esa mano dañina, cómplice de mis desvelos, en las noches en que el frío arde, en que las puñaladas de los besos regalados por aquellos labios ajenos sangran y desangran de la manera más dolorosa.
En noches, cuando solitario y encantado busco la luna, el -fiel seguidor como un perro que se recuesta a los pies de su amo con los colmillos apuntando a la yugular, pero sin malas intenciones- sabiamente me reconforta con las caricias de su ser, su palabra mágica y calma desborda mi ingenuidad, y yo lo abrazo, creyendo que en ese abrazo la encontrare a ella, soñando que ella también estará abrazando el humo de su cigarrillo pensando en mi. Y mi ingenuidad me permite creer que es cierto, que mi imaginación no me engaña y que por mas utópico es posible, y yo iluso, le creo y apoyo mi cabeza en su regazo, cierro los ojos y sueño, y una sonrisa veo, casualmente es la suya, pero no lo es.
La noche es un nosotros.
La noche tiene ese… ese que se yo. Tiene esa nostalgia de algún recuerdo romántico, tiene ese encanto que solo los mas encantadores ojos pueden equiparar. La noche, la noche es hermosa, y nosotros nocheros podemos dar fe de eso.
La noche se mueve, la noche baila. Una pollera azul oscuro casi negro, con unas lentejuelas que brillan a lo lejos -llamadas incrédulamente estrellas por algunos soñadores- enamora con ese vaivén agarrada de la mano con la melodía de aquel altanero bandoneón.
Y la luna, la luna, aquella perezosa personificación de lo hermoso, una holgazana, vaga, todo un mes para despertar del todo, y unos días llena, luna llena. Pero a un así, me encanta, ella ríe conmigo, y parece llorar cuando extraño sus ojos. Ella, la luna es ella, nadie mas que ella podría ser, aunque también podrías ser vos, eso depende de tus ojos, pero yo se que la luna es la luna, y la noche, la noche somos nosotros. Y yo, yo soy aquella criatura que le aúlla como desaforado a aquello que se ve no pude alcanzar, pero ahí esta.
Leónidas, Rey.
Curioso día eligió para emprender su viaje, considerando que tan solo ayer fue su día y el mío.
Sus aullidos al viento aun retumban en los rincones del patio, y el mismo viento se ha llevado parte de esa melodía consigo, solo para tenerla presente en su frescura.
Sus ojos rebosantes de sorpresa y descubrimiento, ahora cerrados para alumbrar su nuevo camino, me recuerdan ahora a aquellas noches de cachorro, en que debía sentir mi mano como su almohada para poder conseguir el sueño.
Sus torpes movimientos y su graciosa manera de andar, por siempre divertirán mis sonrisas.
Sus días estuvieron contados desde que abrió los ojos, ahora que los cerro me pregunto si le habra gustado lo que vio en esta etapa de la vida, deseo con el mismo amor que me unió a el que su visita halla sido hermosa. Aunque una cosa es segura, su paso por acá no fue en vano, porque sin importar que no haya podido procrear, sus huellas quedaron marcadas en nosotros, y en su compañera de patios, su amiga, su pareja, su Esparta.
Así que Leonidas, Rey de los espartanos, y Guardián de los que quiero, cerra los ojos y cruza la puerta, que la sonrisa que ves, es lo que significaste para mí.
Las palabras ya no sirven.
Se despidieron con un abraso para no extrañarse, ocultando sus deseos, sus sentimientos. Se arrepintieron.
Ella desesperada, desconsolada, con el corazon en la mano y el grito en el cielo, lo siguio, lo corrio, pero ya era demasiado tarde, el se marchaba. Destrosado, el, corrio hacia atras, sus manos se juntaron por un instante, sus ojos empañados en lagrimas se esforzaban por no perderla. "Que hubiera pasado si?" solo eso habia en su cabeza, solo esa pregunta. Vio como se alejaba. Vio como se alejaba. El amor de su vida.
-Si sentias lo mismo que yo, porque no me pediste que te acompañara?
-No sabia.
-No era cuestion de saber o no, era cuestion de arriesgar. Tu orgullo no te dejo arriesgarte, verdad? Es eso, sos demasiado orgulloso para perder, eso te hizo perder, perderme.
-Te perdi?
-Aquella vez me perdiste, no se si para siempre.
-Porque para siempre?
-Porque ya es tarde.
-Nunca es tarde mientras exista un nosotros.
-Vos crees que existe?
-Vos crees que no? El creer que existe todavia un nosotros, es lo que me mantiene vivo ahora que no tengo nada, el creer que existe un nosotros es lo que me impusla a seguir respirando. Vos me preguntas si creo que todavia hay un nosotros, por supuesto que lo hay.
-Estoy casada.
-Que hay con eso? Eso no impide que haya un nosotros, se que todavia lo hay. Por orgulloso te perdi una vez, vivi lo que se podria denominar vida, pero nunca volvia al amor, nunca lo volvi a ver.
-Tu luna, no la encontraste.
-No, nunca. Mi luna se quedo aca, mi luna sos vos, y te deje por orgullo, miedo, por miedo, si.
-Miedo, miedo a que?
-A no encontrar mi luna en vos y a no poder verte como mi luna, a no poder volverte a hablar.
-Yo nunca te hubiera hecho eso, jamas te hubiera alejado.
-Yo me hubiera alejado, ese es mi orgullo.
-Ahora entiedo, pero por eso se lo llama matar o morir.
-Eso es verdad.
-Ahora estas seguro?
-Ya te lo dije, mi luna esta en vos, te perdi una vez y no tengo pensado perderte dos.
-Va a ser complicado-"no importa" penso.
-No me importa.
Una puerta se cierra tras ellos, encerrandolos en la nada, abandonandolos en ellos mismos, perdidos en aquel "nosotros" suyo. Las sonrisas se contestan con tierna complicidad, las miradas chocan con desafiante ternura, las palabras ya no sirven, ahora se habla silencio.
Viajes en colectivos.
Hay veces en que llego a creer que los viajes en colectivo no llegan a ser los suficientemente largos, que siempre quedan pensamientos que pensar, ideas que aclarar, siempre queda algun traicionero deseo que no llega a ser considerado. Mucho mas cuando aquellos deseos se refieren a lo que no se puede, a ella.
Muchas veces termino el viaje con deseo de que hubiera sido mas largo, mas concluyente. Que no deje margen para la duda o la sospecha.
Un dia vi un velorio desde la ventanilla, y pense, "no estoy con ella ahora, ¿cuando?" Resulta ser que la vida es corta para que los viajes sean mas largos, por eso los segundos deben durar tan poco, para que las horas no parezcan acabar.
Sera asi ese dia, asi de normal, o sera mas increible, con magia y exageraciones? Por mi parte lo sueño asi, fantastico, imposible, hermoso como dirian los que aman, quien sabe. Entonces recuerdo, no fue ella la que me dijo que no pensara en el futuro? no fue ella la que me pidio que no creara expectativas? seria mas facil, no habria desilucion, pero tampoco habria sueños, ni imposibles, ante todo eso prefiero la desilución.
-Abro los ojos, pero para ver. Recapacito, llegue a destino- Ah..! me falto un poco mas- Tengo que verla no puedo seguir asi.