Me asegure de que el arma estuviera cargada, no lo estaba, sabia que habia visto un cargador por algun lado-En la habitacion esta-me dije. Tenia razon en el segundo cajon del placard, abajo de unas carpetas, lo encontre. Cargue el arma y la meti en el bolsillo derecho de los jeans que tenia puestos. Que tonto fui, ¿como no le voy a poner el seguro?. Sali de la casa y me subi a un taxi. Viaje 30 minutos en el, hasta que estube lo suficientemente cerca como para seguir a pie. Le pague y espere a que se fuera para empezar a caminar, camine lo que debieron ser unos 300m y doble a la derecha por un camino de tierra y ahi camine otros 200m mas antes de llegar. Que largo se me hizo el viaje, los minutos se me hicieron horas; los pasos, saltos; los temores, terrores. Por mucho que me esforce no pude hacer que mi mano dejara de temblar, era como si supiera para que iba a ser usada, y me aterrorizaba saberlo tambien. ¿Sera eso lo que se siente cuando se esta por tomar una vida?. A pesar de mi intento no pude responder esa pregunta. Puede parecer tonto incluso comico, pero el arma se me disparo antes de averiguarlo y ahora agonizante tirado en el piso de una celda, esperando la estocada final, escribo mi comedia, con un trozo de papel y un pedazo de carbon.